Los alcoholímetros son herramientas indispensables para garantizar la seguridad al volante en múltiples contextos, sea que los use la Guardia Civil para hacer un control de alcoholemia o que los apliquen las empresas para garantizar que sus trabajadores cumplan con el protocolo en los viajes de larga distancia, haciendo que, por ejemplo, el vehículo no encienda si no pasan el test.
En muchos casos, estos dispositivos se combinan con sistemas antirrobos, ofreciendo un doble beneficio: prevenir la conducción bajo los efectos del alcohol y aumentar la seguridad del vehículo contra posibles intentos de hurto.
En cualquier caso, teniendo en cuenta la relevancia de este dispositivo, es clave que las mediciones que proporcionen sean fiables. Entonces… ¿Cómo saber si un alcoholímetro es fiable? Te contamos:
Comprueba la calibración del dispositivo
Todo dispositivo, tanto digital como analógico, debe pasar por un proceso de calibración periódico para garantizar que sus sistemas mantienen adecuadamente los niveles de referencia que les ayudarán a proporcionar resultados fiables.
Si los alcoholímetros no se calibran con el tiempo, pueden mostrar resultados alterados que, a simple vista, puedan parecer mínimos, pero que plantean serios inconvenientes y consecuencias para los choferes.
Para garantizar que un dispositivo como este es fiable, es esencial contar con un certificado de calibración reciente. El periodo de calibración dependerá del modelo y del fabricante.
Valida el tipo de sensor
El tipo de sensor que utilice un alcoholímetro es muy relevante a la hora de determinar su precisión y, por ende, su fiabilidad.
En líneas generales, los sensores de célula de combustible o los receptores fisicoquímicos digitales suelen ser mucho más confiables y precisos que aquellos que usan resistencias y otros componentes analógicos para funcionar.
Valida que el dispositivo tenga sensores de la mayor calidad posible para garantizar su desempeño.
Validar el rango de error de captura
Todo dispositivo de medición tiene un pequeño margen de error de captura y esto es universal para todos y cada uno de ellos. Sin embargo, esto no quiere decir que no sean útiles, sino que confiaremos más en aquellos dispositivos cuyo margen de error se encuentre en los valores más pequeños posibles, y aún más cuando la duda esté puesta sobre un conductor por un valor tan pequeño como 0.001 mg/L o menos.
Si el alcoholímetro ha marcado un valor muy cercano, es importante comprobar cuál es su margen y, de ser posible, repetir la prueba.
Al usar alcoholímetros para test importantes, como aquellos que tienen reproche penal, es esencial elegir dispositivos con rangos de error muy mínimos.
Contrastar con medidas independientes
Una forma rápida de saber si un dispositivo es de fiar es consiguiendo dos dispositivos adicionales: uno con prestaciones muy elevadas y de la mayor calidad que se pueda, y otro exactamente igual al primero que se desea probar.
La idea es someter a la misma persona de prueba a los tres exámenes rápidos bajo las mismas condiciones para medir la tendencia del dispositivo.
Si el alcoholímetro es de fiar, tendremos valores idénticos en los dos modelos iguales y ambos tendrán la misma diferencia con respecto al modelo preciso. Con esto se pueden comprobar los márgenes de error.
Comprobar si el dispositivo está homologado
La homologación es una marca de calidad importantísima en cualquier dispositivo tecnológico, y en los alcoholímetros no es diferente.
Un dispositivo homologado está revisado por entidades que se consideran una autoridad en el tema y que tienen alto reconocimiento, incluso en entornos legales de prestigio, y que garantizan que la marca, el fabricante o el propio dispositivo en sí cumple con todos los estándares de calidad.
Consideraremos que un alcoholímetro es de fiar si al menos está homologado. Claro que esto no tiene en cuenta si el dispositivo es alterado después de la certificación.
Validar la precisión y la consistencia
Otra forma de saber si un alcoholímetro es de fiar es realizando varias pruebas seguidas.
Para todo dispositivo de medición, es clave poder arrojar los mismos resultados de manera consistente si se someten a las mismas condiciones ambientales, en este caso una prueba de alcoholemia.
Un medidor será confiable en función de su capacidad para repetir pruebas de manera exitosa.
Validar que el indicador sea claro
El indicador es el elemento que te permite saber la medida del alcoholímetro y si efectivamente has pasado o no el test para conducir o trabajar en condiciones, y no poner en riesgo a tu entorno.
Este tipo de indicadores debe ser, por recomendación general, una pantalla LED que pueda indicar de manera numérica un valor fácil de leer y bien iluminado.
Los alcoholímetros analógicos que solo tienen luces verdes y rojas realmente no son tan confiables a grandes rasgos, ya que no te permiten ver exactamente por cuánto se falló o pasó la prueba. Algunos otros medidores tienen pantallas digitales, pero de noche, no se distinguen adecuadamente.
Autonomía y tiempo de respuesta
La autonomía del dispositivo para medir el alcohol en el aliento, el tipo de energía que usa y el tiempo de respuesta son valores que, de cierta manera, pueden alterar el resultado y que conviene tener en cuenta.
Un dispositivo con una batería deficiente, poco cargado o que tarde demasiado en dar el valor exacto de la prueba, suele ser menos fiable que aquellos con autonomía larga y mayor velocidad.
Acreditación de mercado
Es importante mantenerse al día y revisar las recomendaciones digitales de los diferentes dispositivos para constatar que estos no tengan denuncias en progreso o que no hayan estado implicados en escándalos de fallos en los resultados.
Esta valoración del mercado es un buen indicador sobre la fiabilidad del alcoholímetro.
Si todo el que ha usado el dispositivo se siente satisfecho con él y goza de buen prestigio, podemos partir de la idea de que al menos a nivel inicial es un producto fiable.
Validar la integridad del equipo
Algunas personas pueden alterar la integridad del dispositivo y manipularlo maliciosamente para interferir en sus niveles de sensibilidad, haciendo que este indique valores altos aun en ausencia de alcohol, o que, por el contrario, disparen las alarmas sin necesidad.
Verifica que el alcoholímetro no tenga síntomas de haber sido reparado, modificado y que, a grandes rasgos, aún conserve intactos sus sensores.
Ahora ya tienes el conocimiento suficiente para saber si un alcoholímetro es fiable. Esperamos que este contenido te sea de utilidad y no te olvides de contactarnos como tus asesores de referencia en la instalación de este tipo de equipos electrónicos y digitales en vehículos.